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FERREA CRÍTICA CONTRA AQUELLOS QUE BUSCAN CONVERTIR EL ABORTO EN UN «SACRAMENTO»

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Shawn Carney, presidente de 40 Days for Life, ha acusado al Partido Demócrata de hacer del aborto un «sacramento» al desregular el proceso, eliminando médicos y normalizando el acceso a fármacos abortivos.

Redacción InfoCatólica

Si las embarazadas fueran más ayudadas, nunca pensarían en abortar

El presidente de 40 Days for Life, Shawn Carney, ha declarado que el Partido Demócrata está transformando el aborto en un «sacramento» al eliminar regulaciones y excluir a los médicos del proceso. Según Carney, esta postura busca glorificar el aborto y facilitar su acceso, despojándolo de cualquier supervisión médica significativa. Las declaraciones fueron realizadas en el marco del cierre de la campaña anual de la organización, que tuvo lugar en 703 ciudades de todo el mundo.

Carney subrayó que la desregulación ha alcanzado niveles alarmantes. La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) ha autorizado la distribución de píldoras abortivas en farmacias como CVS y Walgreens, y permite enviarlas por correo, ampliando significativamente su acceso. «El mensaje es claro: los demócratas no quieren ninguna regulación en torno a lo que consideran un ‘sacramento’», afirmó en declaraciones a The Daily Signal.

Abortos reducidos por oración

Uno de los puntos destacados por Carney fue el impacto de las vigilias de oración que organiza su campaña frente a clínicas abortivas. Según ex trabajadores de Planned Parenthood que ahora colaboran con el movimiento, el porcentaje de mujeres que no acuden a sus citas para abortar aumenta en un 75 % cuando los voluntarios rezan frente a las instalaciones.

«Planned Parenthood reconoce internamente que nuestra presencia afuera de las clínicas cambia la decisión de muchas mujeres», explicó Carney. Añadió que en muchos casos, estas mujeres optan por buscar alternativas de apoyo ofrecidas por los voluntarios pro-vida.

Precisamente esa realidad puede ser la causas del aumento de las leyes en Europa que prohiben rezar ante abortorios, siendo el Reino Unido la nación que más está censurando la libertad religiosa para proteger a las empresas abortistas. Ya se ha producido la primera condena por ese hecho. En Escocia la prohibición llega incluso a los hogares que estén cerca de los abortorios.

España va por el mismo camino. Cataluña prohibió este año a grupos provida reunirse para rezar ante las clínicas abortistas.

Desregulación y exclusión de médicos

Carney también denunció la creciente exclusión de médicos en los procedimientos abortivos. En estados con leyes más permisivas, no es obligatorio que un médico participe en el proceso, lo que representa una forma de desregulación. Incluso se han implementado prácticas como los abortos por webcam, en los que una administradora supervisa de forma remota el consumo de las píldoras abortivas.

«Hemos pasado del argumento de que el aborto debía ser una decisión entre la mujer y su médico, a una realidad en la que ni siquiera hay médicos presentes. Esto es algo inaudito», señaló Carney, quien también criticó la falta de control y supervisión médica en estos casos.

Glorificación del aborto

El líder pro-vida aseguró que figuras públicas y celebridades han contribuido a la glorificación del aborto, presentándolo como un acto positivo. Carney mencionó a la actriz Alyssa Milano, quien afirmó que la decisión de abortar debe involucrar a Dios, y a Chelsea Clinton, quien calificó de «poco cristiano» el fallo que anuló Roe vs. Wade. «Esto refleja una narrativa que no solo normaliza el aborto, sino que busca exaltarlo», comentó.

Cierre de la campaña

La reciente campaña de 40 Days for Life concluyó con un evento en Washington D.C., donde los organizadores destacaron la importancia de mantener el esfuerzo pro-vida durante todo el año. Michael New, coordinador del grupo en la capital, señaló: «Construir una cultura de vida no es un trabajo de 40 días, sino un compromiso continuo».

Carney finalizó señalando que la campaña también incluye a mujeres que han abortado o que decidieron no hacerlo tras escuchar a los voluntarios pro-vida. «Nuestro objetivo es cambiar corazones y salvar vidas, no solo durante la campaña, sino todos los días del año», concluyó.