La Suprema Corte de México falló despenalizar el aborto a nivel federal y consideró inconstitucional la prohibición actual del procedimiento en el Código Penal
Redacción Canal N – canaln.pe
La Suprema Corte de México despenalizó el aborto a nivel federal, en una decisión que mueve al país en la línea de otros países de América Latina a favor del acceso a la interrupción del embarazo.
Por unanimidad, los tres ministros de la Primera Sala Corte declararon el miércoles inconstitucional el apartado del Código Penal Federal que criminalizaba el aborto, una medida elogiada por varias organizaciones dentro y fuera del país mayoritariamente católico.
“A ninguna mujer o persona gestante, ni al personal de salud, se le podrá castigar por abortar”, publicó en un comunicado en la red social X, antes conocida como Twitter, el Grupo de Información en Reproducción Elegida, que fue quien presentó la acción.
La decisión del máximo tribunal mexicano implica, según el grupo en defensa de derechos reproductivos de las mujeres, que “las instituciones federales de salud de todo el país tendrán que brindar el servicio de aborto a las mujeres y personas con capacidad de gestar que lo soliciten”.
El máximo tribunal dijo en un comunicado que las normas que penalizan el aborto voluntario, ya sea que otra persona lo practique o que la mujer o persona gestante se lo autoprocure, son “inconstitucionales al anular por completo el derecho a decidir”.
Sostuvo que la criminalización del aborto constituye un “acto de violencia y discriminación por razón de género”. Asimismo, se determinó que es inconstitucional la regulación que impone la suspensión del ejercicio de la profesión a los médicos o parteras que practiquen los abortos.
La Corte señaló que el Congreso debe derogar las normas contenidas en el Código Penal Federal que criminalizan el aborto voluntario antes de que finalice el período de sesiones tras la notificación de la sentencia.
La decisión llega en medio de una tendencia en América Latina en general en avanzar a favor del aborto pero cuando varios estados de Estados Unidos caminan justo en sentido contrario, aumentando las restricciones.