Partiendo de la historia bíblica de Jonás, el psicólogo y escritor canadiense Jordan Peterson ha advertido sobre la cada vez más creciente posibilidad de que las sociedades libres caigan en un estado totalitario. Cada persona está llamada a decir la verdad mientras sea posible.
Redacción infocatolica.com
En un foro de la Alliance for Responsible Citizenship (ARC) en Alemania, Peterson plantea la pregunta de cómo es posible que un país libre caiga en las garras de una pesadilla totalitaria. Su respuesta: porque cada persona que vive en ese país decidió quedarse callada cuando debía decir lo que debía ser dicho.
«Si te quedas callado cuando estás llamado a decir la verdad, no solo pones en peligro la nave del Estado. También te condenas a ti mismo y a todos los que amas a un viaje hacia el lugar más oscuro que puedas imaginar», dice literalmente.
Debemos entender que no hay diferencia entre un estado totalitario y un estado en el que cada persona siempre miente sobre todo, ya sea diciendo falsedades o callando la verdad.
Las personas buenas tienen un mandato de su conciencia, continúa Peterson. Ese mandato es hablar desde la fuente espiritual de su corazón.
Alliance for Responsible Citizenship se traduce al español como «Alianza para un Ciudadanía Responsable». Alemania sabe lo que significa ser responsable, señala Peterson. Uno de los significados es: «Si tienes algo que decir, no te quedes callado, no solo por tu propio riesgo, sino por el riesgo de todo lo que amas, todo lo que conoces, tu país, el mundo». Esa es una consecuencia del hecho de que cada ser humano está creado a imagen de Dios y, por lo tanto, tiene una misión.
Peterson reconoce que hablar abiertamente contra el sistema tiene un precio. «No creas que no tiene costos. Pero no creas que los costos de hablar son menores que los de callar, porque la vida no funciona así. Los costos de callar llegan más tarde, pero las consecuencias posteriores suelen ser mucho peores que las que recibes cuando hablas en el momento adecuado», advierte.
Si las consecuencias de hablar ya son altas, entonces ya estamos en una situación grave y es mejor alzar la voz ahora antes de que empeore. Y empeorará dependiendo de cuánto estén dispuestas las personas a guardar silencio, dice.
Aquí es donde se puede encontrar un sentido para la vida, continúa Peterson. En algún momento todos debemos morir. «Puedes hacer algo noble en tu vida. Podría ser la mayor aventura romántica de tu vida. Has salido de la falsa seguridad hacia el caos, y solo Dios sabe lo que experimentarás allí. Si lo haces voluntariamente, lo mejor de ti tendrá la oportunidad de manifestarse. Entonces podrás ser la luz en la cima de la montaña que ilumina al mundo. La recompensa que recibirás al seguir tu conciencia será mucho mayor que cualquier castigo».
Esa es la definición de una fe desarrollada. Peterson, literalmente:
«¿Crees en la verdad? ¿Te hace la verdad libre? Eso no significa que no tenga un precio. Pero todo tiene su precio. No puedes decidir si habrá un precio, pero puedes decidir por qué estás dispuesto a pagarlo. Y ya que debes pagar un precio, puedes pagarlo por lo que es sagrado, porque ¿por qué otra cosa elegirías?».
Jordan Peterson sabe muy bien cuál es el precio por decir las verdades que no interesan en el Nuevo Orden Mundial. Un tribunal de su país sentenció que debía ser reeducado (ndr:término usado por regímenes como el chino) para poder seguir ejerciendo profesionalmente la psicología debido a su oposición a la ideología transgénero.
