Su discurso deja abierta la puerta a ambas cuestiones, frente a no rotundo de la perdedora Sandra Torres.
Redacción Hispanidad – hispanidad.com
Bernardo Arévalo ha ganado la segunda vuelta y será el próximo presidente de Guatemala. Escrutado el 99% de los sufragios, el líder de Movimiento Semilla logró el apoyo del 59% de los electores (2,4 millones de votos), frente al 37% de Sandra Torres, del partido Unidad Nacional de la Esperanza (UNE). La abstención fue muy elevada, del 55%, superior al 40% registrada en la primera vuelta, en junio.
El caso es que Arévalo nunca ha apoyado directamente -al menos en público- la ampliación del aborto, que en Guatemala sólo se permite si hay riesgo para la vida de la madre. Tampoco se ha posicionado a favor de las uniones de personas del mismo sexo, aunque su discurso, durante la campaña electoral, no fue tan contundente como el de Torres. “En este día (17 de mayo), quiero reiterar mi compromiso junto con @msemillagt de combatir los discursos de odio, discriminación y distintas violencias a las que se somete a las personas de la comunidad LGBTIQ+”, publicó a través de Twitter (ahora X) y repitió a lo largo de la campaña.
Conviene recordar que en marzo de 2022, bajo la Presidencia de Alejandro Giammattei -si bien estuvo vinculado a casos de sobornos y corrupción claramente reprobables- Guatemala aprobó la Ley de Protección de la Vida y la Familia con el objetivo de “resaltar el derecho a la protección de la vida, la familia, la institucionalidad del matrimonio entre un hombre y una mujer, la libertad de conciencia y de expresión, así como el derecho de los padres para orientar a sus hijos en los ámbitos de la sexualidad”.
Es lógico, pues, que el mensaje de Arévalo durante la campaña no fuera más claro, pero ahora que ha ganado es sólo cuestión de tiempo ver hacia dónde y hasta dónde pretende llegar. Para empezar, todos los medios españoles le califican de progresista.