Lo más grave es que miran en el ojo ajeno lo que no ven en su propio ojo caviar.
Ellos interfieren en las decisiones del Congreso, y no aceptan que, así sea la decisión del Congreso buena o mala, se respeta la institucionalidad y el poder del Estado.
Son jueces parcializados que osan desconocer la Constitución y la no interferencia de poderes.