NO ES CUESTIÓN DE GÉNERO
LA DISCRIMINACIÓN LA SUFREN LOS HOMBRES, LO CUAL SIGNIFICA QUE SE TRATA DE FALTA DE RESPETO Y FALTA DE VALORES ENTRE HOMBRE Y MUJER
MACRON FUE AGREDIDO POR SU ESPOSA
Ayer se hizo viral el vídeo donde Brigite Macron le da una cachetada a su esposo el presidente de Francia Emanuel Macron.
En las redes se usó para burlarse de él y para reafirmar los supuestos rumores de que ella no es «ella» sino «él». Los medios en cambio, buscaron aligerar lo sucedido diciendo que «era un juego.»
Pero lo sucedido revela algo más siniestro, algo que como sociedad hemos decidido negar y reconocer su gravedad. Me refiero a la violencia de la mujer hacía el hombre, violencia que en este caso ha sido sexual, psicológica y física.
Brigite fue la maestra de Macron cuando él tenía 15 años y ella 40, casada y con tres hijos, es ahí donde supuestamente «se enamoraron.»
Con el tiempo, Brigite dejó a su marido para casarse con el joven Emanuel 25 años menor que ella.
Si esta historia fuera al revés y Emanuel fuera un maestro de 40 casado con tres hijos que enamora a una niña de 15 y luego se casa con ella y él le da una cachetada públicamente, el mundo no lo perdonaría. Pero como en nuestra sociedad hay una doble moral que se juzga al hombre con severidad y a la mujer con indulgencia no se dice nada, es más se ha calificado de «historia de amor.»
La historia de los Macron no es una historia de amor, sino una historia retorcida, pues no importa si es niño o niña, un adulto de 40 abusa de un menor de 15 cuando lo «enamora» y tanto hombres como mujeres merecen vivir libres de violencia por parte de su pareja. Lo que atestiguamos es abuso psicológico y complicidad mediática.
Emanuel no es «santo de mi devoción» y es posible que siga en la relación por interés político, o por «identificación con su agresora», pero sea la razón qué sea, lo de ayer está mal, por él, y por que representa la invisibilidad de la violencia al hombre a los niveles más altos de la sociedad y al mismo tiempo representa la penosa «nueva masculinidad» que tanto se ha promovido y que Emanuel encarna como su arquetipo moderno.
Como sociedad no deberíamos normalizar relaciones como estas y deberíamos de abogar porque los niños no sean sexualizados por adultos y que tanto hombres como mujeres estén libres de violencia de pareja. Si solo se aboga por las niñas y las mujeres, pero no por los niños y los hombres entonces es una hipocresía.
Dr. MarioGuzmánSescosse
