La decadencia moral de Holanda se acelera. Recientemente, las autoridades neerlandesas han compartido una fuerte noticia, en la que afirmaron que el proceso de muerte asistida (eutanasia) también podría ser concedido a niños menores de 12 años que padezcan de enfermedades incurables.
El ministro de salud de Países Bajos, Ernst Kuipers, dijo: «Esto concierne a los niños afectados por una enfermedad o un padecimiento tan grave que la muerte es inevitable. La ayuda a morir será posible cuando se trate de la única alternativa razonable para un médico de poner fin a los sufrimientos desesperados e insoportables del niño».
Asimismo, el gobierno calculó que la ley aplicaría para 5 o 10 niños cada año, y que el reglamento será en el transcurso del 2023.
La eutanasia ya tiene un gran recorrido de legalidad en este país, puesto que se legalizó en el año 2002, y en el 2014 incorporaron a la ley la eutanasia para menores; para ese entonces, Holanda era el único país que realizaba esta práctica sin restricciones de edad.
Hasta el momento, han fallecido más de 24.000 personas recibiendo este tipo de «asistencia médica», lo que se traduce en el 2% de los fallecidos cada año. Fuentes oficiales informaron que, tan solo en el 2022, 8.700 personas murieron mediante la eutanasia en Países Bajos.
Asimismo, hasta la fecha, en dicho país se requerían ciertos criterios que debían ser cumplidos para que un individuo pudiera pedir la eutanasia. Estos requisitos abarcaban condiciones físicas y mentales detalladas en la legislación correspondiente. Las personas debían experimentar un sufrimiento continuo e insoportable, tanto a nivel físico como psicológico, que no pudiera ser controlado. En situaciones donde no se anticipara una muerte inminente, existía un procedimiento adicional para solicitarla, que incluía la evaluación de un tercer médico y la implementación de un período de espera de un mes entre la solicitud y la realización del acto.
Valoración bioética
Este nuevo «avance» en la ampliación de los parámetros que permiten la aplicación de la eutanasia se encuentra dentro de la reconocida «pendiente resbaladiza», la cual conduce a una flexibilización de los requisitos iniciales para llevar a cabo la muerte a solicitud de los pacientes.
Es importante examinar con mayor precisión el uso del concepto de «dolor o sufrimiento insoportable», considerando los avances actuales en los métodos utilizados en la medicina paliativa, los cuales son capaces de controlar los síntomas difíciles en la gran mayoría de los casos. Esto demuestra la inconsistencia de las argumentaciones que justifican la eutanasia como la única manera de evitar el sufrimiento del paciente.
