Adoración, la clave y la llave de nuestro tiempo
Redacción Hispanidad – hispanidad.com | Edición: Pepe Galep
Todo Cristiano es cristocéntrico y eucarístico, es decir nuestro centro está en Él en la Santa Misa y luego de ello la adoración de la Hostia Santa en la Exposición del Santísimo. Y es que la adoración a Cristo eucaristizado se ha convertido en la clave y la llave de la fe en este siglo XXI.
Sí, no exagero. Además, es lógico; la batalla final, esa que ya ha comenzado, será batalla eucarística. Por tanto, la adoración tenía que resultar la clave de bóveda en esta etapa de tribulación. Una hora ante el Santísimo expuesto en la custodia… te cambia la vida porque la vida ya no te asusta. Porque si no hay culto de adoración a Cristo eucaristizado, no hay nada.
Pero primero la Santa misa ojo, donde participamos en la liturgia Santa y nos unimos a Él en la comunión y después viene la adoración donde ya no hay liturgia alguna. El mecanismo no puede ser más sencillo. Uno se sienta ante el Santísimo expuesto en la custodia y a partir de ahí, es cosa suya y de Él. Nadie le va a dirigir y mal hecho si alguien lo pretende. No hay liturgia, sólo dos seres cara a cara… y entonces siempre que alguien se acerque a Él con corazón predispuesto, abierto, sincero, recibirá el toque de Dios conforme a su Voluntad.
La recomendación es una hora de adoración, pero si no puedes cumplir con ello, no pasa nada, lo que importa es estar ahí con sincero corazón el tiempo que dispongas de acuerdo a tus obligaciones. El Señor lo comprende.
