Peruanos relacionan marcha con organizaciones terroristas. Además, la Fiscalía abre investigación a la ‘camarada Vilma’.
Redacción Expreso – expreso.com.pe
Todas las condiciones están dadas para que la llamada ‘Tercera toma de Lima’ no alcance los niveles de convocatoria que esperan sus organizadores. La ideología de un sector que pide la salida de Dina Boluarte, el cierre del Congreso y una Asamblea Constituyente para redactar una nueva Constitución no cala y, más allá de algunas organizaciones que sí han confirmado su presencia en la manifestación, una amplia mayoría de los peruanos prefiere mantenerse al margen y no plegarse a la protesta.
Una reciente encuesta de CIT Opinión & Mercado arrojó que el 94% de los consultados no participará en la denominada ‘Tercera toma de Lima’ y un 54% la relaciona con grupos radicales.
En las últimas horas ese rechazo se ha hecho más evidente al confirmarse que Flora Vargas Figueroa, la ‘camarada Vilma’ sería una de las impulsadoras de la marcha. En un reciente audio difundido por la prensa se le escucha decir: “Por tanto, tomar Lima, tomar las regiones, los departamentos, las provincias, los distritos, los anexos, controlarlo hasta Lima, el agua, la luz, las carreteras, los puentes y demás”.
Tras ello, el Ministerio Público anunció el inicio de una investigación preliminar contra la ‘camarada Vilma’ a quien se le acusa de ser vocera de la agrupación terrorista Sendero Luminoso.
CIERRAN FILAS
En tanto, los propietarios de los locales comerciales del Centro de Lima también rechazan la movilización argumentando que económicamente atenta contra sus intereses.
Un reciente reportaje emitido por Panamericana TV advirtió que ellos perderían cerca de un millón 500 mil soles diarios, además de no tener clientes, dado que no concurrirían a sus labores habituales ‘Mesa Redonda’ o ‘El Hueco’ por miedo a ser víctima de los violentistas. Por ello, solicitaron que los miembros de la Policía Nacional del Perú eviten lanzar bombas lacrimógenas.
Asimismo, la convocatoria es tan inconsistente que hasta la fecha el Ejecutivo no evalúa declarar estado de emergencia en la capital pese a que en las ediciones anteriores hubo muertos, heridos y destrozos a locales de entidades estatales.
