Un caso muy delicado está provocando un debate en India sobre la cuestión del derecho a la vida. El Tribunal Supremo ha concedido a una joven de 14 años, víctima de violencia sexual, la posibilidad de poner fin a su embarazo de casi 30 semanas. Lo cierto es que el bebé podría sobrevivir perfectamente fuera del seno materno.
Redacción infocatolica.com
El tribunal, presidido por el presidente D Y Chandrachud, lo calificó de «caso verdaderamente excepcional en el que debemos proteger a la niña» y optó por hacer uso de los poderes especiales que el artículo 142 de la Constitución india otorga al Tribunal Supremo.
La menor no se dio cuenta de su estado hasta muy tarde. La madre de la víctima de violación acudió al Tribunal Supremo después de que el Tribunal Superior de Bombay denegara el consentimiento para el aborto al haber transcurrido el plazo de 24 semanas previsto en la legislación india.
Comentando el caso, el Dr. Pascoal Carvalho, miembro de la Academia Pontificia para la Vida, dijo a AsiaNews:
«El trauma de la menor superviviente de una violación es innegable, y el Tribunal Supremo tomó su decisión subrayando la naturaleza excepcional de las circunstancias, pero el hecho es que se está matando la vida más vulnerable e indefensa. Incluso el reciente documento vaticano Dignitas Infinita incluye el aborto entre las ‘graves violaciones’ de la dignidad humana, vinculándolo con razón a la erosión de ‘bases sólidas y duraderas para la defensa de los derechos humanos’».
Carvalho recuerda que, en la India, las Misioneras de la Caridad acogen a niños no deseados:
«Combatimos el aborto mediante la adopción, solía repetir la Madre Teresa. También proporcionaban a la víctima de una violación apoyo social y un tratamiento terapéutico adecuado. Los mecanismos institucionales de protección de la infancia existen y el país ha adoptado muchas leyes y políticas para garantizar la protección y la mejora de la situación de los niños. Pero no puede ser un esfuerzo completo si excluimos a los indefensos que necesitan cuidados y protección».
Resulta llamativo que no se argumente contra la sentencia criminal el hecho de que a las 30 semanas de embarazo el bebé pesa más de un kilo y puede sobrevivir con los cuidados adecuados fuera del seno de la madre. De hecho, la joven tendrá que pasar por un parto, aunque posiblemente se utilice el sistema de descuartizar el cuerpo del bebé para sacarlo más fácilmente.