Comentario de Fuera los Corruptos
Milei es un encantador de gente, un flautista de Hamelin.
El Papa habla conforme al Evangelio en defensa de los más pobres, a los vulnerados y a trabajadores esclavizados, pero de ninguna manera es comunista, como los ignorantes dicen.
Redacción Informe Orwell – informeorwell.com
«Yo le tengo mucho miedo a los flautistas de Hamelin porque son encantadores. Si fueran de serpientes los dejaría, pero son encantadores de gente», aseguró
El papa Francisco emitió unas duras declaraciones en medio de las elecciones presidenciales en Argentina, que están a menos de una semana de celebrarse el 22 de octubre. En una entrevista concedida a Bernarda Llorente, presidente de la agencia argentina Télam, a fines de septiembre, pero publicada recientemente, el Sumo Pontífice abordó varios temas, incluyendo su preocupación por lo que llamó los «payasos del mesianismo».
El Papa expresó temor ante lo que él denominó «flautistas de Hamelin,» a quienes describió como encantadores de la gente que, en última instancia, pueden llevar a la gente a su perdición. Esta referencia ha sido interpretada como una alusión al candidato de La Libertad Avanza, Javier Milei, quien ha ganado popularidad, particularmente entre los jóvenes, y es considerado uno de los principales favoritos después de su victoria en las primarias de agosto.
El papa Francisco, conocido por su inclinación política hacia el peronismo, negó ser comunista en la entrevista. Subrayó que su posición se basa en los principios del Evangelio, con un fuerte énfasis en la protección de los más vulnerables en la sociedad y la defensa de los derechos de los trabajadores.
«Yo le tengo mucho miedo a los flautistas de Hamelin porque son encantadores. Si fueran de serpientes los dejaría, pero son encantadores de gente… y las terminan ahogando. Gente que se cree que de la crisis se sale bailando al son de la flauta, con redentores hechos de un día para el otro. No. La crisis debe ser asumida y superada, pero siempre hacia arriba».
«Yo le tengo más miedo a la indiferencia, porque es una especie de abulia cultural. Que pase esto, que pase aquello, mientras el flautista sigue tocando y los pueblos, ahogándose. Las grandes dictaduras nacen de una flauta, de una ilusión, de un encanto del momento», dijo.
«A veces cuando me escuchan decir las cosas que escribí en las encíclicas sociales, dicen que el papa es comunista. No es así… cuando un trabajador no tiene derechos o se lo contrata por poco tiempo para ir cambiándolos y no pagar aportes, se lo convierte en esclavo y uno se transforma en verdugo», sentenció.
