En un evento académico en el Congreso mostró su desconocimiento del sentido y significado de una Constitución política.
Comentario de Fuera los Corruptos
Carlos Adrianzen mostró en su intervención que es un economista técnico, teórico, clasista, propio de aquella universidad que nos ha llenado de ministros en el país y que no han funcionado en un desarrollo económico conforme a la realidad del país.
Fue tan errada su intervención que redujo espantosamente el significado de lo que es la Constitución política de un país para ser absorbida, desde su óptica, en un marco total por un sentido de economía máxima constitucional.
En otras palabras, está enfocando, desde su perspectiva, que la economía lo sea todo y la Constitución política sea una parte de ella.
Los economistas con “anteojeras” crecen con la fuente del error a pura racionalidad técnica, sin visión integral de lo que es una fuerza normativa suprema llamada Constitución política que, su objetivo principal, es ordenar la sociedad y los poderes públicos; o sea, toca temáticas indispensables de política, economía, social y demás ámbitos educativos y culturales, entre otros.
En síntesis, la soberbia de este economista lo induce a creerse “la última chupada del mango”.
