Analistas lamentaron que el Congreso afecte productividad del país. Señalan que asuetos afectan al 80% de trabajadores que son independientes.
Redacción expreso.com.pe
El Perú ha pasado de tener 12 feriados a 16, luego que el Congreso declarara días no laborales obligatorios las siguientes fechas: 7 de junio, Día de la Bandera; 23 de julio, Día de la Fuerzas Aérea; 6 de agosto, Batalla de Junín; y 9 de diciembre, Batalla de Ayacucho.
Esos nuevos feriados se suman a los ya existentes: 1 de enero, Año Nuevo; dos feriado por Semana Santa; 1 de Mayo, Día del Trabajo; 29 de junio, Día de San Pedro y San Pablo; 28 y 29 de julio, Fiestas Patrias; 8 de octubre, Combate de Angamos; 1 de noviembre, Día de Todos los Santos; 8 de diciembre, Día de la Virgen Inmaculada Concepción; y 25 de diciembre, Navidad.
Este aumento del número de feriados en Perú ha generado una serie de preocupaciones en diferentes sectores, especialmente en el ámbito económico. Cada día feriado implica la paralización de muchas actividades, lo que puede resultar en pérdidas significativas para las empresas, particularmente en sectores como la manufactura, el comercio y los servicios.
Además, la productividad se ve afectada, ya que los días no laborables interrumpen el flujo de trabajo, y algunas empresas deben asumir costos adicionales si requieren que sus empleados trabajen durante esos días. Esto también puede afectar la competitividad del país en comparación con otras economías de la región.
Por otro lado, los feriados pueden tener un impacto mixto en el turismo. Aunque pueden estimular el turismo interno al ofrecer a las personas más oportunidades para viajar dentro del país, también pueden tener efectos negativos si los servicios esenciales o de transporte se ven limitados durante estos días, afectando la experiencia de los turistas extranjeros.
En el ámbito educativo, el creciente número de feriados interfiere con el calendario escolar, reduciendo los días efectivos de clase y potencialmente afectando la calidad de la educación. Las instituciones educativas se ven obligadas a reprogramar actividades, lo que puede generar confusión y desorganización.
Además, el aumento de feriados puede llevar a una mayor confusión y desorganización en general, tanto para empleadores como para empleados, quienes deben ajustar sus planes en función de estos días no laborables. La falta de claridad sobre qué sectores deben detener sus actividades durante los feriados también genera incertidumbre.
Este tema ha generado un debate social y político. Algunas regiones presionan por más feriados específicos a nivel local, lo que plantea preguntas sobre la equidad y la justificación de estos días adicionales. Las decisiones de aumentar los feriados también pueden estar influenciadas por políticas gubernamentales, lo que lleva a críticas sobre si estas medidas se toman para ganar apoyo popular, sin considerar los efectos económicos negativos.
