Luciano López, el abogado de los caviares Harvey Colchado, Rafael Vela y Marita Barreto y anteriormente defensor de los actos corruptos de Vizcarra, fue en ayuda de Beto Ortiz que lo llamó desesperadamente.
Beto está tan dolido, no por lo que le han dicho «maricón», sino, porque se siente ofendido o afectado, porque le han dicho que es «domado» por alguien. Ese alguien sería el periodista Humberto Jara.
Claro, Beto está domado por su propio yo, a tal punto que se refugia en los propios caviares a los que dice que combate.
Como, también, lo dijo Claudia Toro: Colchado le dio a Beto el audio grabado ilícitamente a Patricia Benavides, abusando de la confianza y la privacidad de una conversación privada de libre expresión sobre el concepto de una persona.
¿Hubo delito de Colchado? La respuesta es sí. No es cuestión de ética, tuvo la intención de grabar, guardarlo y usarlo en el momento adecuado para perjudicar a Patricia Benavides que ya era un obstáculo para la DIVIAC y para Marita Barreto.
Por eso, le pusieron a oídas del periodista Beto Ortiz haciéndole creer que el tema Fernandini fue una acción de mala leche de la entonces Fiscal de la Nación Patricia Benavides para la detención preventiva de aquel.
La realidad fue la intención de Barreto y la de Colchado que buscaron gloria y primera plana de figuretismo.
Ahora, Beto Ortiz oculta muchas cosas, porque Marita Barreto fue a interrogar a Sada Goray en el lugar que ella había pedido, viajando alegremente a cerrar y tratar el asunto.
