Asimismo, mantiene que los adolescentes (menores de edad) necesitan «salud sexual y reproductiva» y «educación sexual integral», así como «atención de afirmación de género».
Redacción por Hispanidad – hispanidad.com
Informa C-Fam, y el tema es grave: «para UNICEF, no es necesario contar con la autorización de los padres para mutilar quirúrgicamente a los niños». Y es que la Agencia de la ONU para la Infancia considera y contempla en su política que el consentimiento paterno sea necesario para administrar a los niños bloqueadores de la pubertad y anticonceptivos.
Lo paradójico de esta agencia de la ONU es que, en teoría, defiende los derechos de los niños y trata de protegerlos de todos los males… pero se ve que cuando hablamos de la agenda progresista de aborto y trans, todo vale. UNICEF se abstiene de pronunciarse sobre si los padres deben o no dar su consentimiento o incluso saber si a sus hijos se les suministran medicamentos hormonales como bloqueadores de la pubertad y anticonceptivos. Lauren Rumble, Directora Asociada del Grupo del Programa de Igualdad de Género de UNICEF, llegó a asegurar que lo importante era: «Lo que quieren las adolescentes».
Todo ello ocurre cuando Reino Unido anunció la prohibición de bloqueadores de la pubertad en menores: «Poner fin a la prescripción rutinaria de bloqueadores de la pubertad ayudará a garantizar que la atención se basa en la evidencia, la opinión clínica de expertos y está en el mejor interés del niño«.
Y justo cuando se han filtrado archivos de la Asociación Mundial para la Salud Transgénero: «Demuestran que lo que se denomina ‘medicina de género’ no es ni ciencia ni medicina”, pese a ser conscientes de los efectos secundarios debilitantes y potencialmente mortales de las hormonas de sexo cruzado y otros tratamientos.
Los expedientes aportan pruebas claras de que médicos y terapeutas son conscientes de que los bloqueadores de la pubertad, las hormonas y las cirugías causarán infertilidad y otras complicaciones, como cáncer y disfunción del suelo pélvico.
Además, la abstención de UNICEF en el asunto va en contra del mandato del propio organismo, vinculado a la Convención sobre los Derechos del Niño. El artículo 18 de la Convención asigna a los padres la “responsabilidad primordial de la crianza y el desarrollo del niño” y exige a los Estados que ayuden a los padres en este deber. La Convención también pide específicamente a los Estados que respeten las decisiones de los padres sobre la educación de sus hijos y sus convicciones religiosas y culturales.
Pero UNICEF interpreta de manera muy distinta este artículo, asegura que los padres tienen la respondabilidad de ayudar a los hijos a realizar su «derecho a participar en la toma de decisiones de acuerdo con la evolución de sus capacidades» y anunciaron que el organismo ya estaba poniendo en marcha programas para educar a los padres sobre los derechos humanos de sus hijos.
Asimismo, mantiene que los adolescentes (menores de edad) necesitan «salud sexual y reproductiva» y «educación sexual integral», así como «atención de afirmación de género», si fuera necesario, incluso incluyendo bloqueadores hormonales, hormonas de sexo cruzado y cirugías de transición de género.
¿Hacia donde vamos con directrices como esta? Ya lo advirtió Nagore, la mujer que paró su transición a hombre, sobre la ley Trans: «Si sus hijos deciden que quieren hormonarse, tendrán que decir que sí, o le quitarán la patria potestad». Y razón no le faltaba, a la vista de las grabaciones que demuestran que clínicas de Texas y New York ofrecen bloqueadores de la pubertad a niños de ocho años, sin consentimiento paterno o la pérdida de custodia de unos padres de Indiana.