La investigadora y abogada Martha Patricia Molina denunció que la dictadura de Daniel Ortega en Nicaragua confiscó una casa de religiosas, que ahora usa como una oficina de la Dirección de Migración y Extranjería, que hace parte del Ministerio del Interior.
Redacción por AciPrensa – aciprensa.com
La antigua casa de las Hermanas Pobres está en la ciudad de León, al noroeste de Nicaragua. Las paredes siguen del mismo color y dentro aún se conservan los mismos muebles de las religiosas. Actualmente se puede apreciar el logo del Ministerio del Interior en la fachada.
“Dictadura sandinista confisca propiedad de las hermanas Pobres de Jesucristo que en julio de 2023 fueron expulsadas por la dictadura sandinista. En el interior permanecían policías pero es hasta ahora que la han convertido en una institución del Estado”, indicó Molina en su cuenta de la red social X el 5 de febrero.
“Ni siquiera cambiaron el color de las paredes ni los muebles que utilizaban las monjitas. El Ministerio del Interior criminal haciendo de las suyas”, agregó.
“Me informan que hay planes de próximas confiscaciones de edificios religiosos”, lamentó la también autora del informe Nicaragua: ¿Una Iglesia perseguida?, que da cuenta de cientos de ataques de la dictadura contra los católicos en el país centroamericano.
Las religiosas fueron expulsadas de Nicaragua el 2 de julio del 2023. Eran siete misioneras brasileñas. Hoy viven en El Salvador, donde continúan con su misión.
Las Hermanas de la Fraternidad Pobres de Jesucristo llegaron a Nicaragua en 2016 procedentes de Brasil, donde fueron fundadas por el sacerdote Gilson Sobreiro. También están presentes en Costa Rica, Guatemala y El Salvador.
Su expulsión de Nicaragua se dio un año después de la expulsión de un grupo de Misioneras de la Caridad, la congregación fundada por la Madre Teresa de Calcuta, quienes luego fueron acogidas en la Diócesis de Tilarán-Liberia, en Costa Rica.