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ISRAEL SE DECLARA EN ESTADO DE GUERRA POR HABER SUFRIDO ATAQUE DE PALESTINOS

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Se está cumpliendo la profecía para estos últimos tiempos que, cuando se firme la paz como lo hicieron hace menos de una semana, es el inicio de los conflictos y del desarrollo de los tiempos del mal que finalmente serán vencidos


EDICIÓN ONG CATÓLICA «SIN COMPONENDA»


Hamas, el grupo insurgente que gobierna la Franja de Gaza, lanzó al amanecer del sábado un ataque múltiple sin precedentes contra Israel, disparando miles de proyectiles mientras decenas de combatientes cruzaban la protegida frontera por tierra, mar y aire y pillando al país desprevenido en un importante feriado.

Ya son más de 100 los muertos en Israel por el ataque sorpresa por tierra, mar y aire desde Gaza del grupo islamista Hamás y los heridos superan los 900, en un momento en que sigue la escalada bélica y la situación está desbordada.

Según dijeron medios locales citando fuentes médicas, los muertos en Israel han superado el centenar y los heridos son 908 desde que empezó la ofensiva de Hamás a primera hora de la mañana, en lo que es un conflicto armado sin precedentes que pilló completamente desprevenido a Israel, que ahora tiene los hospitales en máximo estado de alerta mientras van llegando heridos.

Por otro lado, mientras siguen los combates y tras los bombardeos de represalia israelíes, los fallecidos en Gaza se elevan a 198 y hay al menos 1.160 heridos, entre ellos por lo menos una veintena de milicianos. Los centros hospitalarios en la Franja también están en estado de alerta ante los continuos ataques israelíes, que llamó a su operación militar “Espadas de Hierro”.

3 objetivos de Israel en la operación contra los militantes de la Franja de Gaza

El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, reveló los tres objetivos a cumplir en el marco de la operación ‘Espadas de Hierro’ contra Hamás.

Durante el comienzo de una sesión del Gabinete de Seguridad, Netanyahu aseveró que, en primer lugar, los esfuerzos de las autoridades estarán dirigidos a «limpiar» las zonas infiltradas por las «fuerzas enemigas» y «restablecer la seguridad y la paz» en los asentamientos atacados.

En segunda instancia, Tel Aviv exigirá a las fuerzas enemigas que paguen «un precio inmenso» por sus acciones. «El tercer objetivo es reforzar otros frentes para que nadie se una por error a esta guerra», subrayó el mandatario.

Al mismo tiempo, Netanyahu hizo un llamado a todos los ciudadanos del país a unirse para contrarrestar los ataques de Hamás. «Estamos en guerra, en la guerra hay que mantener la calma. Pido a todos los ciudadanos de Israel que se unan para lograr nuestro objetivo más elevado: la victoria», declaró.

Dirigiéndose a sus ciudadanos a través de sus redes sociales, el primer ministro había manifestado horas antes que el país se encontraba en guerra. «Vamos a ganar», recalcó, advirtiendo que «el enemigo pagará un precio que nunca ha conocido».

En este contexto, el ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, declaró en esta misma jornada que los militantes de Hamás cometieron «un error grave esta mañana y han lanzado una guerra contra el Estado de Israel».

ATAQUE SORPRESA EN UN DÍA IMPORTANTE PARA ISRAEL

La grave invasión coincide con el Simjat Torá, un día normalmente festivo en el que los judíos completan el ciclo anual de lectura de su libro sagrado, la torá, y revivió el doloroso recuerdo de la Guerra de Yom Kipur de 1973 casi 50 años después. Entonces, los enemigos de Israel lanzaron un ataque sorpresa en el día más sagrado del calendario judío.

Las comparaciones con uno de los momentos más traumáticos en la historia israelí agudizaron las críticas a Netanyahu y a sus aliados de ultraderecha, que han defendido medidas más agresivas contra las amenazas procedentes de Gaza. Los comentaristas políticos criticaron al gobierno por incapacidad para anticipar lo que parecía un ataque inédito de Hamas por su nivel de planificación y coordinación.

El ejército de Israel atacó objetivos en Gaza en respuesta a los alrededor de 2.500 cohetes que hicieron sonar constantemente las sirenas antiaéreas en lugares tan al norte como Tel Aviv y Jerusalén, a unos 80 kilómetros (50 millas). Dijo que sus fuerzas libraban tiroteos con insurgentes de Hamas que se habían infiltrado en al menos siete lugares. Los combatientes se colaron por la valla fronteriza e incluso llegaron por aire en parapente, añadió.

La televisión israelí emitió imágenes de explosiones que rompieron la cerca fronteriza, seguidas de lo que parecían ser pistoleros palestinos entrando a suelo israelí en motocicletas. Al parecer, algunos insurgentes se habrían desplazado en camionetas.

No estuvo claro de inmediato qué motivó el operativo de Hamas, que seguramente requirió meses de preparación.

NACIONES OCCIDENTALES CONDENAN ATENTADO

Las naciones occidentales condenaron la incursión de Hamas y reiteraron su apoyo a Israel, mientras que otras pidieron contención a ambas partes.

“Estados Unidos condena de forma inequívoca los ataques no provocados de los terroristas de Hamas contra civiles israelíes”, dijo Adrienne Watson, vocera del Consejo de Seguridad Nacional estadounidense. “Apoyamos firmemente al gobierno y al pueblo de Israel y transmitimos nuestras condolencias por las vidas israelíes perdidas en estos ataques”.

Arabia Saudí, que ha mantenido conversaciones con Washington para la normalización de sus relaciones con Israel, pidió contención a los dos bandos.

La ofensiva insurgente coincide con una histórica división en Israel por la reforma judicial propuesta por el gobierno de Netanyahu. Las manifestaciones masivas contra el plan sacaron a cientos de miles a las calles y llevaron a cientos de reservistas militares a evitar el servicio voluntario — unas reacciones que han generado dudas acerca de la preparación del ejército para el combate y sobre su capacidad de disuasión.

La incursión supone un importante logro — y una escalada — para Hamas y ha obligado a millones de israelíes a refugiarse en lugares seguros de las explosiones de los proyectiles y de las continuadas balaceras con los insurgentes. Ciudades y pueblos se vaciaron mientras el ejército cerraba carreteras próximas a Gaza. Tanto el servicio de emergencias israelí como el Ministerio de Salud palestino pidieron a la población que done sangre.