MIRADA A FONDO
Si bien es cierto que en el Perú el comunismo está herido de muerte políticamente, aún no se le ha exterminado con el tiro final.
EN EL EJECUTIVO
Por ejemplo, la misma presidente Dina Boluarte no ha hecho deslinde sobre el pensamiento rojo, del ideario de «Perú Libre» con contenido antisistema y toma del poder con la perspectiva comunista y cambio de la Constitución.
Dina Boluarte no ha sido clara ni firme para dar una explicación firme al pueblo peruano democrático declarando que ya no es comunista o que llegó accidentalmente o cualquier argumento que identifique la credibilidad actual de su persona.
EN EL LEGISLATIVO
Ocurre lo mismo; los «CERRONES» han hecho show en el Congreso sin que nadie les diga nada. ¿Qué dicen? Nada nuevo, siguen pensando en su ideario político para implantarlo en el Perú y las bancadas llamadas democráticas en silencio por intereses propios o miedo a enfrentarlos.
Si la alianza para la Mesa Congresal consiguió su objetivo de poner a un rojo en la Mesa Directiva por razones estratégicas, eso no significa que estos señores en la propia casa del Congreso, abran las puertas al Presidente del Partido rojo para que con todas sus falacias confunda a la población, presentándose como angelitos, cuando en su interior conservan su fanatismo religioso marxista como dogma ateísta nebuloso alejado de una realidad concreta.
El Perú, rechaza el comunismo por utópico, violento y falsó como alguna vez lo señaló Eudocio Ravines, un político de alto nivel intelectual, que dejó de ser comunista cuando confrontó la realidad soviética y cubana con sus propios ojos en la que grabó por siempre en su mente, que sólo las cúpulas dirigenciales del Partido viven bien a costa del pueblo pobre, engañado y sufriente.
Ejecutivo y Legislativo están llamados a dar el disparo final a los goteos políticos comunistas que buscan dinamitar la democracia.
