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LA SABIDURÍA DEL SANTO PADRE EN EL SÍNODO DE LA SINODALIDAD: QUE LOS SINODALES PUEDAN LEER SUS PROPIAS NECEDADES

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Ha permitido que los sinodales se escuchen a sí mismos. Así, sus estupideces se han hecho evidentes y ni sus propios autores han podido ignorarlas. ¡Es genial!

Redacción Hispanidad

El Papa ha decidido no concluir el Sínodo de la Sinodalidad con su mensaje habitual y la ausencia de epílogo es más que suficiente… para demostrar que dos años de reuniones, viajes y majaderías varias no pasarán a la historia de la Iglesia.

La Agencia Zenit se ha preocupado de recordarnos las 11 propuestas más rechazadas: resulta interesante leerlas porque en el Sínodo de la Sinodalidad sinodalizada se han pronunciado todas las necedades posibles sin que se haya aprobado ninguna.

El Papa Francisco se ha comportado como cierto profesor de la facultad de Periodismo que conocí años atrás. El docente, hastiado de argumentar contra las estupideces que proferían sus alumnos, a los que había que tratar con exquisito respeto pedagógico, decidió emplear la siguiente técnica: cada vez que uno de aquellos adolescentes pronunciaba una majadería él la transcribía en la pizarra a la vista de todos. Así, cuando el aludido leía su obra, es decir, cuando decidía escucharse a sí mismo, reculaba: la estupidez se había convertido en evidencia y ni su propio autor podía ignorarla.

En el Sínodo de la Sinodalidad sinodalizada se ha dicho, pronunciado, opinado y aullado todo tipo de necedades y majaderías. Es como si Su Santidad hubiera decidido dejar hablar a todos los pinchauvas del Cuerpo Místico, con su habitual retahíla: matrimonio canónico de homosexuales, destrucción de la liturgia eucarística, sacerdocio femenino, celibato opcional y, en general, pensamiento de entrepierna.

Ahora bien, la pregunta continúa siendo la misma: para volver donde estábamos, ¿era necesaria toda esta movida? Al parecer sí. Ya saben, el viaje más largo que un hombre puede hacer consiste en salir de su casa, dar la vuelta al mundo y volver a ella. Los sinodales han podido leer sus propias necedades. No sé si habrán aprendido mucho, pero se quedarán tranquilos… por lo menos durante un par de meses.