Semanas atrás, industria eliminó a personaje trans de serie animada.
Redacción Expreso
En un giro significativo en su estrategia corporativa, el CEO de Disney, Bob Iger, anunció que la compañía dejará atrás la agenda woke, con la intención de centrarse exclusivamente en su misión principal: el entretenimiento.
Durante una reciente reunión con inversores, Iger afirmó que la prioridad de la empresa será «entretener al público», sin dejarse llevar por agendas políticas y sociales que, según él, provocaron divisiones innecesarias entre su audiencia.
El cambio de rumbo de Disney llega tras años de controversias relacionadas con sus decisiones en favor de la inclusión y la diversidad. La empresa, conocida mundialmente por su capacidad de cautivar a públicos de todas las edades, se vio envuelta en críticas por sus intentos de abordar temas sociales y políticos de manera explícita, e innecesarias -según detractores-, en sus producciones.
Las críticas aumentaron especialmente después de la inclusión de personajes LGBT y temáticas progresistas en películas como ‘Lightyear’ y ‘Strange World’, lo que dejó una marca sobre la percepción de la compañía entre ciertos grupos sociales.
Iger reconoció que, aunque las políticas de inclusión fueron impulsadas por el deseo de representar una sociedad diversa y moderna, es fundamental que las historias no alienen a partes significativas de la audiencia.
“El público es muy variado, y debemos ser cuidadosos para no dividir a nuestra audiencia”, expresó el CEO.
Este cambio de enfoque se reflejó, entre otras decisiones, en la eliminación de una trama sobre un personaje trans en la próxima serie animada ‘Win or Lose’ (‘Ganar o Perder’), citando que muchos padres prefieren abordar estos temas con sus hijos de acuerdo con sus propios valores y tiempos.
La estrategia de Disney en los últimos años estuvo marcada por una serie de decisiones que no solo modificaron sus productos de entretenimiento, sino también sus tradiciones y valores. Desde 2020, la compañía promovió una fuerte política de diversidad e inclusión, que incluyó ajustes en sus parques temáticos y en la representación en sus películas.
Sin embargo, este enfoque causó tensiones, siendo una de las más destacadas la disputa con el gobernador de Florida, Ron DeSantis, quien acusó a Disney de ser una empresa woke. Esta confrontación derivó en la pérdida del estatus fiscal especial de la compañía en el estado, lo que afectó su imagen y su operación en la región.