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UNA ESPERANZA PARA EL TRATAMIENTO DE LA DIABETE TIPO 1: PACIENTE ES CURADA GRACIAS A UN TRASPLANTE DE CÉLULAS MADRE EXTRAÍDAS DE SU PROPIO CUERPO

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La paciente, de 25 años, ha sido la primera en producir insulina tras la operación. Este avance, publicado en Cell, podría ofrecer una alternativa a la insulina externa y revolucionar el tratamiento de la diabetes tipo 1

Redacción abc.es

Una mujer de 25 años con diabetes tipo 1 es capaz de producir insulina por sí misma tres meses después de recibir un trasplante de células madre reprogramadas extraídas de su propio cuerpo. Este logro representa un hito en la medicina y en el tratamiento contra la diabetes, ya que se trata de la primera persona con diabetes tratada con células autólogas capaz de producir insulina. Los resultados han sido publicados hoy en la revista ‘Cell‘ y ofrecen una esperanza para el tratamiento de la diabetes tipo 1.

El estudio, realizado por un equipo liderado por Deng Hongkui, biólogo celular de la Universidad de Beijing (China), se enfoca en la utilización de células madre pluripotentes inducidas (iPS), reprogramadas a partir de células del propio paciente.

Esta técnica, basada en el trabajo inicial del premio Nobel de Medicina Shinya Yamanaka en la Universidad de Kioto (Japón), fue modificada para exponer las células a pequeñas moléculas en lugar de proteínas, lo que permitió un control más preciso del proceso. A partir de estas células pluripotentes, los investigadores generaron cúmulos tridimensionales de islotes pancreáticos, que fueron trasplantados a la paciente.

En junio de 2023, en una operación que duró menos de media hora, se inyectaron aproximadamente 1,5 millones de islotes en los músculos abdominales de la mujer, una innovación respecto a los trasplantes de islotes tradicionales, que suelen realizarse en el hígado. Esta nueva ubicación permite monitorizar las células mediante resonancia magnética y facilita la posibilidad de retirar los islotes si es necesario.

Este enfoque representa un avance importante al permitir un seguimiento más preciso del desarrollo y la función de las células trasplantadas.

Tan solo dos meses y medio después del trasplante, la mujer comenzó a producir insulina suficiente para vivir sin necesidad de inyecciones externas, y ha mantenido ese nivel de producción durante más de un año. La paciente, que vive en Tianjin y prefiere permanecer en el anonimato, afirmó a ‘Nature‘: «Ya puedo comer azúcar».

Además, ha dejado de experimentar los peligrosos picos y caídas en los niveles de glucosa en sangre, manteniéndose dentro del rango objetivo más del 98% del tiempo.

María José Picón, de la Unidad de Diabetes y Embarazo y experta en tecnología aplicadas a la Diabetes en Hospital Virgen de la Victoria (Málaga), califica los resultados como «valiosísimos», aunque advierte que «no deja de ser un caso de un solo paciente en el contexto de un estudio que está en curso».

Cura definitiva

La Dra. Picón, al igual que otros investigadores, recalca la necesidad de replicar estos resultados en más pacientes y durante períodos de seguimiento más largos, antes de poder considerar este tratamiento como una cura definitiva.

Para la vicepresidenta de la Sociedad Española de Diabetes, no se trata de un caso que podamos «extrapolar».

La Dra. Picón, además, explica a ABC Salud que debido a que la mujer ya estaba tomando inmunosupresores debido a un trasplante de hígado previo, no se ha podido evaluar si el uso de células iPS derivadas del propio paciente podría reducir el riesgo de rechazo del injerto sin el uso de estos medicamentos.

Sin embargo, se espera que las células autólogas sean menos propensas a ser rechazadas por el sistema inmunitario, en personas con diabetes tipo 1 aún existe el riesgo de que su sistema inmunológico, que por definición tiene una respuesta autoinmune alterada, ataque los islotes trasplantados.

Deng y su equipo están trabajando en el desarrollo de células que puedan evadir este tipo de respuesta inmune para mejorar las posibilidades de éxito a largo plazo.

Aunque el uso de células del propio paciente tiene ventajas claras, como la reducción del riesgo de rechazo, el procedimiento es difícil de escalar y comercializar.

La diabetes tipo 1 implica un ataque del sistema inmunitario a las células que producen insulina en el páncreas. Los tratamientos tradicionales con trasplantes de islotes se enfrentan a la limitación de la falta de donantes y la necesidad de inmunosupresores para evitar el rechazo del injerto.

Sin embargo, el uso de células madre reprogramadas ofrece una esperanza revolucionaria. Al poder generar tejido pancreático a partir de células propias, se abren nuevas posibilidades para superar la escasez de donantes y potencialmente eliminar la necesidad de medicamentos inmunosupresores. Aunque aún quedan muchos desafíos por delante, los recientes avances en estos ensayos pioneros brindan una luz de esperanza para millones de personas que viven con diabetes.