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UN PERIODISMO COBARDE, IGNORANTE, COMODÓN Y CORRUPTO QUE AÑO TRAS AÑO SE DEGRADA CADA VEZ MÁS

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Nada ha cambiado, todo sigue igual con el agravante de la crisis moral, política, económica y social que hay que parar.

Ante la existencia de un pensamiento único universal que busca reformatear la costumbre de la gente mediante el uso de la libertad de expresión sólo como coartada para variar la opinión natural, racional, de sentido común del ciudadano de a pie, surge una respuesta de una libertad con la verdad que hoy por hoy apenas lo manejan algunos en las redes sociales.

El ciudadano de a pie se queda atónito ante lo que ve, lo que lee y lo que escucha, estupideces de un periodismo cobarde que barniza las mentiras, que se calla ante la inmoralidad de un estado y que sabiendo la realidad de un país generan conductas dirigidas a satisfacer los gustos y designios de grupos de poder que imponiendo lo que es intrínsecamente malo lo único que importa es generar un nuevo orden mundial ideológico en la que los pobres no calzan en las leyes del mercado, la economía y del financiamiento.

Al periodista de hoy le resulta tan pesado purgar en la verdad porque sus agentes han renunciado a controlar sus conciencias dado que es más cómodo y simple seguir una corriente foránea y postmodernista que produce el caos mental en la gente y también porque el periodista de hoy es un incapaz, ignorante y comodón, corrupto e impreparado para dar batalla por tener un pecho lacayo obediente a las órdenes de los directores o jefes de prensa.

Es nauseabundo ver en los programas dominicales de la televisión o de cualquier entrevistador, opinólogo, reportero o periodista inclusive de la información hablar de lo que no sabe, emitir juicios de valor, de lo que desconoce, decir hasta procacidades a falta de argumentos, aplastar al que piensa contrariamente. La crueldad de la libertad de expresión sólo es para que los demás usuarios de los medios de información se vean impedido de refutar la producción de tanto estiércol periodístico.

Nos queda las redes sociales y el ejercicio de la libertad en la verdad para mostrar que las ideas de derecha o de izquierda o del capitalismo y el marxismo se han unido para descomponer la sociedad, la persona humana, la familia, la sociedad y la Iglesia.

Como David venceremos en el Perú a estos gigantes de la opresión política, social, económica, educacional y cultural alertando al ciudadano de a pie de las mentiras, falacias y sofismas que difunde el periodismo podrido de hoy.