Un estudio de 44 expertos internacionales pide más análisis sobre esta sustancia antes de regular su consumo.
Redacción heraldo.es
Los efectos de la marihuana podrían ser peores de lo que se había creído hasta ahora. Es la conclusión a la que ha llegado un megaestudio publicado por el British Medical Journal (BMJ), la revista que difunde los trabajos de la Asociación Médica Británica, después de haber revisado informes científicos llevados a cabo durante dos décadas. El objetivo es replantear la visión prevalente hasta ahora sobre esta droga, porque los autores del estudio afirman que a menudo se subestima el daño que la marihuana provoca en quienes la consumen.
El estudio está firmado por 44 expertos, en su mayoría del área de la psiquiatría, procedentes de Australia, Italia, Inglaterra, España, Estados Unidos, Grecia y Corea del Sur. En sus conclusiones, los autores se dirigen a los responsables de las políticas públicas sobre la permisividad de esta sustancia y piden que se tengan en cuenta los resultados antes de tomar decisiones sobre la regulación del uso del cannabis. Es decir, reclaman que cualquier medida que suponga la legalización se adopte con la consciencia de que los daños susceptibles de provocar podrían ser mayores de los calculados hasta ahora. Según dicen, hasta la fecha no se han evaluado de forma sistemática los efectos del cannabis y no existen estudios definitivos sobre la cuestión. En este sentido, el título del trabajo es descriptivo: ‘Equilibrando riesgos y beneficios’.
La barrera de los 18 años
En este sentido, la revisión defiende que algunas consecuencias negativas podrían ser más importantes de lo que se creía. Por ejemplo, el cannabis debe asociarse con las psicosis, especialmente en la adolescencia, así como con una mayor incidencia de la somnolencia y los problemas visuales. Estos efectos son mayores cuanto más joven es el consumidor, y el riesgo de sufrir alguna de esas afecciones llega hasta los 25 años. Hasta ahora se creía que esta edad límite se situaba en los 18 y que, a partir de ese momento, el organismo resistía mejor los efectos. El estudio incide en una realidad que ya estaban detectando y denunciando los psiquiatras: el pico de riesgo en la adolescencia por el consumo de cannabis coincide con las edades de aparición de los problemas mentales. Además, la marihuana podría incidir en una menor adherencia de los tratamientos con antipsicóticos, aunque ya en todas las edades.
Pero la revisión de los datos va más allá. Sostiene, por ejemplo, que la incidencia de la marihuana en accidentes de coche debe ser tenida en cuenta, ya que los datos indican que la relación entre el consumo y los problemas a la hora de conducir podrían ser mayores de los que se pensaba. Y también alerta de los problemas cognitivos que se les podrían presentar a los usuarios de esta sustancia, con independencia de su edad. Por ejemplo, a la hora de valorar los recuerdos verbales o la memoria del trabajo, las evidencias de que la marihuana afecta a esas capacidades son mayores tras la revisión de los informes. También son más evidentes los efectos vinculados con el embarazo, como pueden ser el menor peso al nacer de los hijos o el retraso en la edad gestacional.
«No banalizar»
La necesidad de profundizar en los estudios de esta sustancia ya la habían manifestado expertos como la doctora Ana González-Pinto, catedrática de Psiquiatría y jefa de este área en el Servicio vasco de Salud. González-Pinto ha sido una de las pioneras a la hora de pedir precaución a la hora de abordar los efectos de la marihuana, en especial entre los más jóvenes. La experta, que se ha reunido recientemente con algunos de los autores del informe, sostiene que el megaestudio refleja «la preocupación de los psiquiatras porque ven todos los días en sus consultas los efectos de esta sustancia».
Para González-Pinto, uno de los aspectos sobre los que pone la lupa el informe es la necesidad de que no se banalice el consumo de marihuana. «Como todas las sustancias, puede tener efectos secundarios. Ya sabemos que en los adolescentes el daño puede ser elevado, y ese es el sector por el que tenemos que preocuparnos. Sobre todo en una situación en la que cada vez es más fácil acceder al cannabis».