Contundente lo del papa Francisco. Todos tenemos una misión compartida: “Los sacerdotes no son los jefes de los laicos, son nuestros pastores y no están por encima de nadie”.
Redacción diocesisdesalamanca.com
En su intención de oración para el mes de octubre, Francisco invita a rezar por un “estilo de vida sinodal, bajo el signo de la corresponsabilidad”, en la que se promueva “la participación, la comunión y la misión compartida” entre sacerdotes, religiosos y laicos
SERVICIO DIOCESANO DE COMUNICACIÓN
“Por una misión compartida” es la intención de oración a la que nos invita el papa Francisco en este mes de octubre. Un tema que se alinea con la Asamblea general del Sínodo, que se celebrará en Roma del 2 al 27 de octubre. En su video-mensaje, difundido a través de la Red Mundial de Oración del Papa, el Pontífice pide a todos los cristianos, sean laicos, sacerdotes o religiosos, para “caminar juntos en el camino de la sinodalidad”.
Francisco subraya que la misión de la Iglesia es una responsabilidad compartida, donde cada miembro tiene un papel importante. “La misión es la misma para todos, ya sea que se sea conductor de autobús, campesina o pescador: dar testimonio con la propia vida, aportando lo que cada uno sabe hacer mejor”, destaca. El Papa aclara que los sacerdotes no son jefes de los laicos, sino sus pastores, y que todos están llamados a complementarse mutuamente en su labor dentro de la Iglesia.
Corresponsabilidad en la misión
En su mensaje, el Papa también señala la importancia de la corresponsabilidad en la misión, destacando que tanto los laicos como los sacerdotes tienen un lugar fundamental en la comunidad eclesial. “Los laicos, los bautizados, están en la Iglesia en su propia casa, y tienen que cuidarla. Lo mismo que nosotros, los sacerdotes y los consagrados”, explica.
El vídeo está acompañado de imágenes que ilustran la riqueza del pueblo santo de Dios, reflejando la diversidad de ministerios y carismas presentes dentro y fuera de las parroquias, así como momentos de vida en común.
Francisco también recordó, durante su discurso por el 50º aniversario del Sínodo de los Obispos, que “la sinodalidad es el camino que Dios espera de la Iglesia del tercer milenio”. Este enfoque exige escucha mutua y colaboración entre todos los miembros de la Iglesia. Por ello, en su intención de oración, invita a todos a rezar para que “la Iglesia siga apoyando por todos los medios un estilo de vida sinodal, bajo el signo de la corresponsabilidad, promoviendo la participación, la comunión y la misión compartida entre sacerdotes, religiosos y laicos”.