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NO SÓLO ESTULTICIA HUMANA, SINO, TAMBIÉN, PATOLOGÍA DE ODIO

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Acaso se ha perdido la reflexión y no pueden darse cuenta en que está cayendo la sociedad, las instituciones, las comunidades, las prácticas políticas, civiles, militares, religiosas, comunicacionales y todas las relaciones humanas existentes.

¿Que nos está pasando? que por un lado reina la ignorancia que incluye un «analfabetismo de alto grado» en aquellos que se creen profesionales destacados, políticos encumbrados, gente de poder y de autoridad sabelotodo, que descalifican, insultan y desprecian al que no piense como uno.

«Los malos son los otros y los buenos somos nosotros», es la cultura del odio, sentimiento destructor para el que odia como para el odiado. Así nacen los antis y en el Perú es bien fuerte con un resentimiento casi total a sujetos y objetos en que la actitud no se para hasta eliminarlo. Lo vemos más acentuado en la justicia

Hay que distinguir ideas, pensamientos, conductas extraviadas, comportamientos inadecuados que encierra a una persona, comunidad o institución como adversarios, pero nunca como enemigos a odiar.

Esos odios negativos y destructivos contaminan el aire puro de la convivencia armónica No existe igualdad de pensamientos ni ideas ni de conductas, ni de personalidades y acciones, pertenece a nuestro mundo, tenemos que aprender a convivir con él; no discriminemos ni nos «arañemos» hasta el punto de odiar y desear lo peor para el otro.

Lo hemos vivido y lo seguiremos viviendo mientras no aparezcan verdaderos líderes, en todos los campos e incluyendo en la propia Iglesia, donde también hay pastores que odian a sus hermanos.

Sólo hay una línea de odio a seguir: odiar la injusticia, la marginación, la crueldad, la avaricia, la codicia, la hipocresía, la maldad, el crimen, la explotación, la dominación ideológica irracional, el pensamiento único para el mal, la guerra, la soberbia y los complejos de superioridad entre otros.

Somos iguales en dignidad y pobres y ricos, profesionales o campesinos, intelectuales o técnicos, todos tenemos fechas de vencimiento y no debemos creernos más que otros porque he estudiado en el extranjero, viste buena ropa y como en grandes restaurantes, o manejos grandes carros de lujos, tengo unos «puestotes» y cargos públicos o privados, etc.

«De que te sirve ganar el mundo si pierdes tu alma» discriminas y te embutes de pensamientos dañinos para descalificar a otros sólo por apariencias o percepciones erradas.

!No seas el reflejo de la estulticia humana ni de la patología del odio».