No hay respeto, tampoco, por la vida de los enfermos, que siendo de niveles económicos bajos, pobres, son tratados indebidamente por enfermeras impreparadas e insensibles por el dolor humano.
El director César Baltazar debe ser separado de inmediato por no saber conducir ni prevenir la higiene ni la administración de este hospital para asistencia de personas humanas.
LA NOTA
El Hospital Nacional Sergio E. Bernales de Collique (Comas), uno de los centros médicos administrado por el Ministerio de Salud en Lima Norte, ha sido señalado por graves casos de negligencia que han puesto en peligro la vida de sus pacientes más vulnerables.
Un informe difundido este domingo por Punto Final expone casos alarmantes de atención inadecuada, como quemaduras en un recién nacido, infecciones letales contraídas por otro niño y condiciones insalubres dentro de las instalaciones del establecimiento.
El caso más impactante es el de un bebé que, según su madre, sufrió quemaduras de tercer grado en su cuerpo. La joven, de 19 años, relató que horas después de dar a luz, el pasado 7 de febrero, las enfermeras trasladaron a su hijo para bañarlo, momento en el cual, asegura, “le echaron agua caliente”.
El director del hospital, César Baltazar, trató de minimizar la situación y explicó que las lesiones se habrían producido por una fuerte fricción durante el aseo previo al cambio de pañal, aunque su versión contradice un documento exclusivo obtenido por el dominical.
Este informe, realizado por un cirujano plástico, confirma que el recién nacido sufrió una quemadura de tercer grado en la cadera y el miembro inferior. La madre, indignada, ha solicitado que su hijo sea trasladado al Instituto Nacional de Salud del Niño de Breña (INSN).
El nosocomio ya se encuentra envuelto en otro caso igualmente grave. Una bebé de 16 días sufrió una caída desde la incubadora, lo que resultó en una fractura en el cráneo y hemorragia cerebral interna. A esta tragedia se suma el caso de un niño que contrajo infecciones letales durante su estancia en el hospital.
Instalaciones precarias
Además de las negligencias médicas, el hospital enfrenta serias deficiencias en cuanto a la higiene de sus instalaciones. Punto Final documentó la presencia de excrementos de animales, como perros y gatos, que habitan en zonas sensibles del establecimiento. La basura está expuesta en pasillos y habitaciones, lo que aumenta la posibilidad de propagación de infecciones.
Frente a las denuncias, el director ha pedido disculpas públicas, pero su respuesta ha sido considerada insuficiente por las familias afectadas. “Pedimos perdón, que nos disculpen por los errores que cometemos”, expresó. En cuanto al caso del bebé quemado, indicó que el personal se encuentra bajo investigación. El Ministerio de Salud no ha emitido comentarios hasta el momento.