El doctor Sergio Alfieri detalló la medida que marcó un punto de inflexión en la salud del pontífice.
Redacción Expreso
El doctor Sergio Alfieri, responsable de la atención médica del papa Francisco en el hospital Gemelli de Roma, reveló que el pontífice enfrentó un momento crítico durante su hospitalización por una neumonía bilateral.
Según el especialista, el equipo médico tuvo que tomar una decisión extrema debido a la gravedad de la situación del pontífice.
«Por primera vez vi lágrimas en los ojos de algunas personas a su alrededor. Personas que, según he podido entender durante este periodo de hospitalización, lo quieren sinceramente, como a un padre. Todos sabíamos que la situación había empeorado aún más y que existía el riesgo de que no lo lográramos», agregó.
Sobre si el Papa sabía que podía morirse contesta: “Sí, también porque estaba siempre alerta. Incluso cuando su condición empeoró, estaba completamente consciente. Aquella noche fue terrible, él sabía, como nosotros, que quizá no sobreviviera a aquella noche. Vimos al hombre que estaba sufriendo. Pero desde el primer día nos pidió que le dijéramos la verdad y quería que le dijéramos la verdad sobre sus condiciones».
Durante la mayor parte de los 37 días completos que el Papa Francisco pasó en el hospital se dieron reportes médicos. Algunos de ellos fueron detallados. Al respecto cuenta Alfieri: “Comunicamos la parte médica a los secretarios y ellos añadieron las demás informaciones que luego el Papa aprobó, nunca se modificó ni se omitió nada. Tiene gente que ahora es como familia, siempre están con él”
El papa Francisco estuvo plenamente consciente de la gravedad de su estado de salud y, según Alfieri, llegó a expresar su preocupación con una frase contundente: «Esto es malo».
Pese a la incertidumbre, su médico personal, Massimiliano Strappetti, tomó la decisión de seguir adelante con todos los tratamientos disponibles. «Inténtalo todo, no te rindas», le pidió el pontífice, reflejando su voluntad de lucha.
Sobre el fin de la primera posibilidad de muerte del Papa también refiere: “Durante días corrimos el riesgo de dañar los riñones y la médula ósea, pero seguimos adelante, luego el cuerpo respondió a los tratamientos y la infección pulmonar mejoró”.
Durante su hospitalización, el papa Francisco sufrió un segundo episodio crítico mientras comía. «Vomitó y aspiró, lo que generó una emergencia médica de extrema gravedad», relató Alfieri, explicando que el riesgo de muerte en estos casos es inminente si no se actúa con rapidez. A pesar de la tensión, el pontífice superó la crisis, aunque el equipo médico temió lo peor.
En medio de la situación crítica, Francisco mostró una actitud serena y cercana. «En el momento más difícil, me cogió la mano durante unos minutos, como buscando consuelo», recordó Alfieri, quien destacó la fortaleza y humanidad del líder religioso.
Recuperación del pontífice
Con el paso de los días, el pontífice comenzó a mostrar signos de recuperación, tanto física como anímicamente. En una de sus primeras bromas tras la crisis, le dijo a Alfieri: «Sigo vivo, ¿cuándo nos vamos a casa?», expresando su deseo de regresar a su residencia en Santa Marta.
Además, el papa se mantuvo informado sobre los rumores que circularon sobre su supuesto fallecimiento y respondió con ironía, reafirmando su característico sentido del humor y su fortaleza en uno de los momentos más delicados de su salud.