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LA PRESENCIA CRISTIANA EN LA LLANURA DE NÍNIVE (IRAK) POCO A POCO ESTÁ VOLVIENDO A RENACER

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9.000 familias han regresado a la Llanura de Nínive. En Qaraqosh (la principal ciudad cristiana de Irak) donde se calcula que antes de la invasión había unas 50.000 cristianos, han regresado unos 25.000.

Redacción hispanidad.com

El pasado 6 de agosto se cumplieron 10 años de la invasión del grupo terrorista yihadista Estado Islámico a la Llanura de Nínive, en el norte de Irak, en la que 100.000 cristianos fueron obligados a huir por negarse a renunciar a su fe. En este aniversario, la presencia cristiana poco a poco está volviendo a renacer. En la actualidad, en Nínive, de las 13.200 familias que había registradas en 2014, unas 9.000 han vuelto y en Qaraqosh (la principal ciudad cristiana de Irak) donde se calcula que antes de la invasión había unas 50.000 cristianos, han regresado unos 25.000, informa Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN). 

Mons. Nizar Semaan, arzobispo siro-católico de Adiabene, en el norte de Irak, ha afirmado que pese a todo el sufrimiento, los cristianos perseveran en la fe: “No hay palabras para describir lo que vivimos hace diez años. El Estado Islámico intentó erradicarnos pero fracasó. La gente aquí es como los olivos. Puedes podarlos y quemarlos pero al cabo de 10 ó 20 años seguirán dando fruto. Lo han intentado todo (los terroristas), pero nosotros seguimos aquí y, como Iglesia, hacemos todo lo posible por transmitir un rayo de esperanza”. 

El 6 de agosto de 2014 la invasión del Estado Islámico en la Llanura de Nínive obligó a entre 100.000 y 120.000 cristianos a huir, en su mayoría a zonas bajo control kurdo. ACN no tiene constancia de que hubiera ni una sola conversión al Islam por parte de los cristianos. Pero, con la marcha forzosa de la comunidad cristiana, ocurrió algo inédito: fue la primera vez en la historia (desde el siglo I) en que había desaparecido totalmente la presencia cristiana de la zona. El único momento en que las campanas de las iglesias dejaron de sonar.

En 2016 una resolución histórica del Parlamento Europeo reconoció formalmente como genocidio las continuas atrocidades de Estado islámico contra las minorías religiosas del norte de Irak e instó a los estados miembros de la UE a actuar. 

Tras la invasión, las primeras ayudas que ofreció ACN entre 2014 y junio 2015 para unos 95.000 desplazados en Mosul y la Llanura de Nínive fueron destinadas a establecer escuelas temporales y refugios de emergencia, proporcionar alimentos, mantas e instalaciones sanitarias, el pago de los salarios de los profesores y el alquiler de viviendas de los refugiados y el apoyo a las religiosas y sacerdotes desplazados. 

A finales de 2017 una coalición internacional consiguió derrotar al Estado Islámico y vencer así al peor enemigo de la libertad religiosa en la historia reciente. A partir de ahí, gracias a la ayuda recibida, los cristianos comenzaron a volver a sus hogares. Pero el panorama de destrucción que habían dejado los terroristas era casi total. 

Un total de 13.000 casas cristianas de nueve ciudades de la Llanura de Nínive, dañadas o totalmente destrozadas por los terroristas, fueron reconstruidas gracias a una gran campaña de Ayuda a la Iglesia Necesitada. A partir de ahí, la siguiente fase implicó la reconstrucción y reparación de los 363 edificios de la iglesia afectados por la guerra. Ayuda a la Iglesia Necesitada ha considerado Irak como país prioritario para sostener el cristianismo y en esta década ha destinado 56 millones de euros en casi 500 proyectos.

Durante estos 10 años, otro hito histórico importante para el renacimiento de la presencia cristiana en Irak fue la visita del Papa en 2021. Francisco fue el primer Pontífice que viajó a Irak, lo que supuso un importante apoyo para los cristianos perseguidos. Además, durante la visita se reunió con el líder chiíta, el Gran Ayatolá Sayyid Ali Al-Husayni Al-Sistani para reforzar el diálogo interreligioso y subrayar la importancia de la presencia de los cristianos en Irak, anterior a los musulmanes. Su viaje ofreció un mensaje de esperanza y ayudó a fortalecer la identidad cristiana en Irak. 

Aunque la violencia haya remitido en Irak, Mons. Bashar Warda, arzobispo católico caldeo de Erbil, ha afirmado que la amenaza actual de un conflicto regional entre Israel y Hamás mantiene en vilo a los cristianos. “Uno tiene la sensación de que podría ocurrir algo en cada momento, que hay que estar alerta y bien preparado, pero, de momento, no hemos visto que el conflicto se vuelva violento” ha añadido Mons. Warda. Por ello ha hecho un llamamiento a la comunidad internacional para que no se olvide a los cristianos iraquíes que sufren «en medio de tantas crisis en todo el mundo».