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LA ENSEÑANZA ESPIRITUAL Y PSICOLÓGICA DEL LAVADO DE LOS PIES DE JESÚS A SUS DISCÍPULOS

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Debemos entender previamente que la enseñanza y doctrina espiritual de Jesús es para todos los tiempos y para todas las generaciones.

Jesús se da cuenta que entre los apóstoles había un sentido de sentirse uno por encima de otro y por eso discutían quien era el más grande entre ellos (lucas,22.24)

POR QUÉ DISCUTÍAN

Porque en esos tiempos, el uso de sandalias para caminar en medio del polvo y la suciedad en la región, implicaba necesariamente el lavado de los pies. Esa acción, el lavado, lo hacía el más bajo de los siervos o sea al considerado de menor jerarquía o más significante dado que entre iguales no sucedía lo mismo; salvo en algunas circunstancias se hacía para demostrar el gran amor. Esta es la razón por lo cual los discípulos quería saber también quién era el de mayor fuste.

Es así que Jesús el más grande, sorprende a sus discípulos y se pone a lavarles los pies «Ustedes están limpios, pero no todos. Él sabía quién lo iba a traicionar, por eso dijo: «pero no todos». Cuando terminó de lavarles los pies, se vistió, volvió a la mesa y les dijo: —¿Entienden lo que les hice? Ustedes me llaman: “Maestro” y “Señor” y tienen razón, porque lo soy. (Juan 13:1-16).

LA ENSEÑANZA POR SIEMPRE

Humildad, amor y servicio. Es decir, poner a los demás por encima de uno mismo, representa un acto de bondad y generosidad que hace que las acciones de quien lava los pies sean nobles, auténticas y sinceras.

En todos los ámbitos, político, económico, social etc. significa el lavar los pies renunciar a complejos de superioridad a orgullo y a pomposidad. Jesús siendo más grande, más humilde , está dando una enseñanza más espiritual que material porque desde dentro sale el bien para ayudar, servir, compartir, hacer obras de bien para atender necesidades de los pobres, pero no tanto desde el concepto de atender su pobreza exclusivamente con bienes materiales como se cree , sino preferentemente, reconocer su dignidad humana, el amor como persona y darle entendimiento espiritual y sicológico de su valía humana y de ser hijo de Dios con derecho a la vida, a la familia, a la educación, a un techo con agua, entre otros.

Jesús al lavar los pies, habla de la humildad interior, no de apariencia o de cumplimiento de donaciones o regalos materiales a los pobres en determinadas ocasiones o por exigencias personales de mostrar falsas caridades. La caridad es constante en todo tiempo y en toda circunstancia y según las necesidades del hermano que si pudiendo estar al alcance de hacer el bien, no se puede negarlo.; eso es en algún modo lavar los pies del pudiente con el que es de menores recursos. con los pueblos olvidados.

El corolario sería, seguir a Jesús haciendo buenas obras, renunciando a egoísmos y a orgullos: «El siervo no es mayor que su señor» (Juan 13:16).

Esta es la misión de la Iglesia y de sus miembros creyentes, sacerdotes, religiosos y laicos de cualquier profesión dispuesto a servir y no a aprovecharse de un cargo o de una función.