El irresponsable presidente de Colombia genera tensión y conflicto para hacer show mediático en Leticia, con un discurso incendiario en el que desconoció la soberanía de la bien peruana Santa Rosa de Loreto. Para Perú “no hay ningún diferendo limítrofe”.
El exguerrillero siguió disparando. Gustavo Petro ha apretado el gatillo y ha lanzado más infamias, más amenazas aún. Su lamentable espectáculo ha continuado ahora en Leticia. El presidente de Colombia ha aprovechado un día histórico para su país —la conmemoración de los 206 años de la Batalla de Boyacá— para continuar con su discurso incendiario, falso y hostil, y seguir torciendo lo que manda la historia.
Petro ha desconocido ayer la soberanía de Perú sobre Santa Rosa de Loreto y ha acusado a nuestro país de violar el tratado binacional. Lo ha hecho públicamente, en una actividad oficial en la que, irónicamente, ha pregonado la paz como medio para alcanzar una solución a este impasse y en la que utilizó a altos mandos de las Fuerzas Armadas —a quienes condecoró—para su propósito político.
Aunque sus delirantes palabras se han estrellado contra la firme posición peruana que ha reiterado su soberanía en la zona en cuestión.
“Colombia no reconoce la soberanía del Perú sobre la denominada isla de Santa Rosa y desconoce a las autoridades de facto impuestas en la zona”, acusó el colombiano, que minutos antes había soltado su narrativa desafiante a la población de Leticia.
“No se ha cumplido el tratado, Perú lo violó, no se hizo el acuerdo para definir de quién es la isla”, arguyó Petro sin pruebas que lo respalden.
Incluso acusó a la prensa de su propio país de confundir a la población dando información con base en la posición peruana (la legítima y la que está en los tratados firmados por ambos países).
“La isla de Santa Rosa no es una extensión de la isla de Chinería. La isla de Santa Rosa surgió nueva después de los años 50, creo. Y al surgir nueva, el tratado lo que dice es que los dos gobiernos se ponen de acuerdo. Y Perú le ha sacado la maleta a ponernos de acuerdo”.
En su discurso populista Petro puso en la mesa de manera irresponsable y provocadora la palabra guerra: “¿Nos vamos a una guerra o llegamos a un acuerdo tripartito”, “Petro no es hombre de guerra aunque sabe de guerra”, señaló amenazante.