Esta semana, Nicole y Austin LeBlanc, un matrimonio católico de Michigan (Estados Unidos), dieron el último adiós a sus gemelas siamesas, quienes partieron a la Casa del Padre poco tiempo después de recibir los sacramentos del Bautismo y la Confirmación.
La historia de fe de la familia y de las pequeñas Maria Therese y Rachel Clare LeBlanc, que nacieron a las 32 semanas de gestación el 16 de mayo y vivieron sólo 1 hora y 13 minutos, conmovió a fieles de todo el mundo tras volverse viral en Internet.
El P. David Pellican, sacerdote de la parroquia del Divino Niño, en la ciudad de Dearborn, quien acompañó a la familia espiritualmente durante este proceso, ofició la Misa de exequias el 30 de mayo.
Ese día también se llevó a cabo el rezo del Rosario en inglés y en español, y se elevaron oraciones por las intenciones de los familiares y por las bebés.
Mia Duque, hermana menor de Nicole, en entrevista con el periódico digital Detroit Catholic en español, contó que la madre de las niñas “demostró una fortaleza que sólo puede venir de Dios”. “Él tenía un plan especial para estas preciosas bebés, convirtiéndolas en santas. Nicole fue el instrumento que Dios utilizó para cumplir Su propósito”, aseguró.
Duque señaló que, aunque “Maria Teresa y Rachel Clare vivieron menos de una hora después de nacer, cada momento de ese breve lapso estuvo lleno de gracia”.
“Abrieron los ojos y pudieron ver a sus padres. Mamá, papá y la abuela las abrazaron y les dijeron cuánto las querían. A través del Bautismo, fueron lavadas del pecado original e introducidas en el Reino de Dios. Se convirtieron en hijas amadas de Dios por toda la eternidad”, sostuvo.
“A través de la Confirmación, la vida del Espíritu Santo se fortaleció en ellas, y aunque todavía eran infantes en esta vida, fueron llevadas a la madurez espiritual en Cristo”, agregó.
Las bebés compartían un corazón y otros órganos principales. Al notar esa condición, los médicos consideraron que el embarazo era de alto riesgo y sugirieron abortar. Sin embargo, Nicole dijo que sabía que estaba embarazada de dos niñas especiales.
En una publicación de Instagram, Nicole escribió el 16 de mayo: “Vivieron alrededor de una hora hasta que respiraron por última vez. Mis hijas fueron amadas y sostenidas hasta sus últimos momentos y todo lo que supieron durante toda su vida fue el amor de Austin y de mí”.
“Dios las diseñó tan hermosas en mi vientre, y fue un absoluto honor y privilegio llevarlas todo el tiempo que pude. Sus vidas han tocado a muchos y el apoyo que ha recibido mi familia ha sido increíble”, continuó.
La pareja católica aseguró a EWTN News Nightly que lo vivido fue una prueba de fe y que habían rezado juntos el Rosario todos los días.
“Nos reunimos todas las noches y rezamos el Rosario. Esa es una de las cosas más importantes… y saber que Dios tiene un plan para todo y que siempre hay un propósito para todo”, contó Austin en la entrevista.
A lo largo de su embarazo, Nicole recibió una gran cantidad de oraciones y apoyo de católicos y no católicos por igual.