Un cristiano, por eso tiene que mantenerse en la verdad en la política del César (gobernante) para que entregue las cosas del bien en el obrar, en su conducta, sus actitudes, ser de la verdad y amante de la verdad, con honradez, buscando la justicia, los valores morales, la fe en el desarrollo político económico y social con un gobierno entregado a Dios.
Sin embargo, a los políticos y a los religiosos no les gusta que se les diga la verdad, así se vuelven cobardes y pusilánimes hipócritas y farsantes que esconden la verdad.