Muchos en sus zonas de confort critican a otros lo que ellos no son capaces de hacer.
En política es concurrente que, por incapacidad o por envidia, se critique malsanamente.
Comunistas y caviares están unidos en eso, porque no tienen capacidades ni buena voluntad para hacer cosas o conseguir beneficios para los demás, con esfuerzo, sacrificio, inteligencia y conocimiento de finanzas.
Llama la atención que Vladimir Cerrón más bien no critique a su hermano comunista congresista de la República que se aparta de los postulados de los países rojos y dictatoriales que no permiten ideologías de género, convivencias homosexuales de manera pública, educación a distorsionadas a niños, matrimonios igualitarios.
No es materia de crítica que se condecore por el Congreso a personas que no dan nada para la sociedad, como es un sujeto trans, o ¿acaso el congresista Cerrón ya no es del partido comunista de Perú Libre?
Desde su perspectiva «rabanito» se ha preguntado si eso permitirían en cuba, Venezuela, Nicaragua, Rusia, etc.
Vladimir Cerrón, como los caviares critica sólo por destruir, pero no para edificar.
LA NOTICIA
Luego que el prófugo Vladimir Cerrón, dijera que el tren de Porky es la muestra de cómo una carnada podrida puede servir para que los empresarios saqueen al Estado, el congresista Alejandro Muñante le respondió: “En un gobierno socialista no habría trenes, no habría combustible y tampoco habría alimentos. Un gobierno socialista solo es ejemplo de pobreza y control absoluto”.