La corte respalda las afirmaciones de que la administración Biden se había involucrado en un intento ‘masivo’ para evitar que los estadounidenses cuestionaran la eficacia de las vacunas en línea
Redacción Telegraph – telegraph.co.uk
En un fallo emitido el martes, Terry Doughty, juez del Tribunal de Distrito de Luisiana, respaldó las afirmaciones de que la administración del presidente de los EE. UU. se había involucrado en un intento “masivo” para evitar que los estadounidenses cuestionaran la eficacia de las vacunas en línea.
También emitió una prohibición temporal a los funcionarios y agencias federales de reunirse con ejecutivos de compañías de redes sociales con el fin de eliminar el discurso protegido por la Primera Enmienda.
“Durante la pandemia de Covid-19, un período quizás mejor caracterizado por la duda y la incertidumbre generalizadas, el gobierno de los Estados Unidos parece haber asumido un papel similar al de un ‘Ministerio de la Verdad’ orwelliano”, dijo el juez, designado por el expresidente Donald Trump. , escribió en su opinión de 155 páginas.
No hubo comentarios inmediatos sobre la orden judicial de la Casa Blanca, Google o Facebook. La medida puede ser apelada por la administración de Biden en la Corte de Apelaciones del Quinto Circuito de EE. UU. con sede en Nueva Orleans, informó el medio de noticias estadounidense Politico.
El fallo se produjo después de que se revelara el mes pasado que los ministros del Reino Unido establecieron una unidad contra la desinformación que se utilizó para atacar a los críticos del bloqueo y a quienes cuestionan la vacunación masiva de niños.
El gobierno del Reino Unido utilizó una empresa de inteligencia artificial para monitorear los sitios de redes sociales y señalar la oposición a los pasaportes de vacunas.
Gobierno federal involucrado en ‘empresa de censura’
Los fiscales de los estados republicanos de Louisiana y Missouri presentaron el caso y acusaron al gobierno federal de estar involucrado en una “ empresa de censura ”.
Afirmaron que la administración de Biden violó la Primera Enmienda al tratar de bloquear a los usuarios de las redes sociales que ejercían su derecho a la libertad de expresión.
Se recopilaron y presentaron miles de comunicaciones entre funcionarios gubernamentales y empresas de tecnología durante la pandemia en el caso judicial, que se conoce como Missouri v. Biden.
En su fallo, el juez Doughty dijo que los fiscales generales de Louisiana y Missouri habían “producido evidencia de un esfuerzo masivo por parte de los acusados, desde la Casa Blanca hasta las agencias federales, para suprimir el discurso basado en su contenido”.
Los republicanos han acusado con frecuencia a la administración de Biden de «fortalecer» a las empresas de tecnología para «cerrar el debate» durante la pandemia.
La orden judicial prohíbe ciertas comunicaciones con empresas de redes sociales
La orden judicial del juez Doughty prohíbe que los departamentos gubernamentales se comuniquen con las empresas de redes sociales con «el propósito de instar, alentar, presionar o inducir de cualquier manera la eliminación, eliminación, supresión o reducción de contenido que contenga libertad de expresión protegida».
Todavía podría haber comunicación si el gobierno necesitara emitir advertencias sobre una seguridad nacional o una amenaza criminal, dictaminó.
En el pasado, las redes sociales y otras empresas de tecnología se han comunicado regularmente con el gobierno, incluso durante las elecciones y la pandemia.
En julio de 2021, Biden afirmó que Facebook estaba “matando gente” al difundir información errónea sobre las vacunas contra el coronavirus.
La evidencia presentada en el caso incluye un correo electrónico enviado en abril de 2021 por Rob Flaherty, director de estrategia digital de la Casa Blanca, a funcionarios de Google.
En él, Flaherty escribió que “YouTube está ‘causando’ que la gente dude” sobre las vacunas.
Dijo que la preocupación al respecto era «compartida en los niveles más altos [y me refiero a los más altos] de la [Casa Blanca]».
Flaherty, en su correo electrónico, pidió un «diálogo de buena fe» entre Google y la Casa Blanca que incluiría reuniones cada dos semanas.
