AL APRECIAR SU VIDEO EN LA QUE SEÑALA QUE ABANDONA LA IGLESIA CATÓLICA SE NOTÓ EL MOMENTO DE CRISIS QUE ESTÁ PASANDO.
PERO, TAMBIÉN, APRECIÉ A MI HERMANO EN CRISTO QUE SE ENCUENTRA COMO LO EXPRESA ÉL MISMO, EN «PROCESO DE DISCERNIMIENTO».
Las críticas que hace a la Iglesia católica según lo afirma están basadas a sus propias investigaciones e interpretaciones que lo lleva a determinar que no puede continuar porque sería un riesgo espiritual y un suicidio intelectual.
Se va contra el magisterio de la Iglesia, contra la sucesión apostólica, el Vicario de Cristo que no es el Papa, habla del imperio jerárquico que ha manipulado la Revelación, repulsa contra el dogma, contra 5 sacramentos en la línea luterana inclusive y que no encuentra en el catolicismo rigor teológico y que sólo es Mariano en lo que la Virgen ha señalado: “Hagan lo que él dice”. Es lo que más se resalta entre otras cosas
De esta manera nos hace tomarle una radiografía y darnos cuenta que sí, se encuentra en crisis y estado de discernimiento. ¿Por qué?
Porque desconoce lo que es la interioridad como cimiento básico en un creyente: humildad en el intelecto, humildad y equilibrio en lo emocional e humildad y conocimiento en lo espiritual; elementos indispensables para tener obediencia de Fe que no se obtiene ni juntándose con eruditos teólogos como los llama, ni con filósofos cristianos.
Es la espiritualidad del corazón más que la razón que nos refleja la verdad, porque el entendimiento integral llega por el Espíritu Santo y no sólo por libros. Son los aspectos necesarios para encontrar la belleza de la Iglesia católica.
La interioridad es el camino de la santidad con la mirada de contemplación de Cristo crucificado y resucitado. Hay que conocer la propia naturaleza humana y su conexión con Dios; San Agustín lo dijo: «la mayoría de las veces el hombre se desconoce a sí mismo. Víctima del descuido o de la improvisación, o presume de sus carencias o desespera de sus posibilidades. Sólo cuando la tentación viene a probarle, como un cuestionamiento de urgencia, logra el hombre conocer la verdad sobre sí mismo».
Es el Espíritu Santo que nos desborda con sus dones y gracias para enriquecernos y perfeccionarnos. Así encontró San Agustín la belleza del catolicismo y así encontramos nosotros la belleza de la vida de los santos que son nuestros referentes a seguir.
Finalmente, lo acompaño al hermano Casanova en su discernimiento, pero con esta oración sobre las tinieblas de nuestra inteligencia de Santo Tomás de Aquino:
«Dame agudeza para entender
sutileza para interpretar
y gracia abundante para hablar
Dame acierto al empezar
Dirección al progresar y perfección al acabar
¡Oh Señor Dios y Hombre Verdadero
Que vives y reinas por los siglos de los siglos» .
Amén
Con la Bendición de Dios
Pepe Galep