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EL ENGAÑO DEL ABORTOVA COBRANDO LA VIDA DE 3 MILLONES DE BEBITOS EN EL VIENTRE MATERNO EN 40 AÑOS EN ESPAÑA

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LA DEFENSA DE LA VIDA NO SOLO SE PUEDE DISFRAZAR CON MARCHAS, ES NECESARIO ACTOS CONCRETOS Y MUCHA ORACIÓN DE CORAZÓN.

LA NOTA:

Con cifras oficiales, y calculando unos cien mil abortos anuales en los últimos años, España ha superado los 3 millones de abortos declarados. Se cumplen 40 años de aborto legal en un país que apenas ofrece ayudas a la familia y a la maternidad y que tiene más muertes naturales que nacimientos desde 2017.

LAS MENTIRAS DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL QUE DESPENALIZÓ EL ABORTO

En 1985, el Tribunal Constitucional aprobó despenalizar esta práctica en algunos supuestos. Dijo que despenalizar el aborto en España era constitucional porque, aunque la Constitución dice «todos tienen derecho a la vida», ese «todos» no es todos: dictaminó que el feto no es titular del derecho fundamental a la vida.

El Constitucional decía que al mejorar las condiciones tecnológicas y económicas (incluyendo ayudas del Estado a la mujer, puesto que España es un «Estado social») cada vez habría menos abortos. La realidad 40 años después (con una España mucho más rica y una medicina neonatal asombrosa e impensable en 1985) es que el aborto no paró de crecer. Los 3 supuestos «estrictos» se convirtieron en un coladero y con ellos se practicaron 1,5 millones de abortos en 25 años. Luego llegó otra ley en 2010 (la Ley Aído o Zapatero) que ya ni siquiera reclamaba justificaciones para abortar (excepto en embarazos muy avanzados, que seguían usando los coladeros).

EL ABORTO LEGAL SE CONSTRUYÓ SOBRE MENTIRAS

El aborto legal en España, como en Estados Unidos, Uruguay, Argentina, etc… se construyó hace 40 años sobre mentiras, y sigue edificado sobre mentiras, aunque algunas mentiras van cambiando con las décadas.

¿En qué parte de la historia quieres estar? A los 40 años de aborto legal en España

  • Lo más grave de un mal es no reconocerlo, tolerarlo, justificarlo o, peor aún, quererlo convertir en un bien, en un derecho. Hace 40 años que el aborto entró en España con máscara de excepción, de compasión y ayuda, entre mentiras e intereses y, de manera letal, ha ido empoderándose y destruyendo vidas, derechos y conciencias.
  • Fue un 5 de julio de 1985, y ese mismo día, tras 25 años de impunidad, mordaza y manipulación, otra ley pretendió que fuera un derecho, aunque matar nunca pueda serlo. Son en torno a tres millones, según las cuestionables cifras oficiales, las vidas humanas que ha segado el aborto, vidas valiosas, insustituibles, inocentes.
  • Vidas arrancadas de las entrañas de sus madres por procedimientos crudelísimos que se ocultan o dulcifican. Mujeres destrozadas y con secuelas mucho más graves que los problemas a los que entonces debían hacer frente. Hombres, familias enteras, sociedad envejecida e insuficiente. Todos damnificados hasta un grado difícil de imaginar.
  • Y es peor aún, anestesiar las conciencias, pretender convertir el mal en bien, un acto intrínseca y objetivamente malo en una opción válida, en un derecho.
  • Pero al hablar de estos 40 años no se puede presentar solo la cara de los que han promocionado y se han enriquecido del aborto, de los que han sembrado e impuesto contravalores. Es importante agradecer y valorar a las asociaciones que, desde antes que existiera la ley canalla, se “arremangaron” para ayudar a las mujeres que se vieron solas, señaladas o abandonadas por su embarazo, a quienes las pusieron en marcha y siguen al pie del cañón a pesar de 40 años de dificultades, presiones e incomprensiones.
  • No son asociaciones o personas sólo antiaborto o anticultura de la muerte, que por supuesto lo son. Son algo más, son PROVIDA, están a favor de toda vida humana, desde el primer momento de su existencia hasta su fin natural y en cada momento, sin excepción. Valoran todas las vidas humanas sin excepción, investigan y promueven una medicina ética, verdaderamente avanzada y al alcance de todos, proporcionan recursos efectivos en los momentos de mayor vulnerabilidad, divulgan la cultura de la vida, ayudan a sanar heridas… ¡Cuántas vidas literalmente salvadas y cuántas otras acompañadas, ayudadas, recuperadas!
  • Es momento de reflexión y de posicionamiento activo. La tibieza o indiferencia consolidan la cultura de la muerte. Apostar por la vida es abrir los ojos y construir, sembrar el bien y hacer cuanto está en nuestras manos. Cada uno decide en qué parte de la historia quiere estar.