La Fiscalía ha deslacrado el iPhone de la dueña de Marka Group que revela más nombres, montos altos de dinero y transacciones. En medio de la investigación, dos testigos claves murieron, lo que pone sobre la trama de corrupción un pesado manto de sospecha.
LA NOTA
El encuentro había sido retrasado varias veces por la defensa de Goray, según fuentes de Perú21. La información tiene sentido porque el misterioso celular le fue incautado el 7 de julio de 2023, el día que detuvieron a la empresaria en el aeropuerto Jorge Chávez.
La expectativa por descubrir las evidencias que registraba el dispositivo móvil era alta. Sin embargo, los fiscales fueron sorprendidos. Goray participó en la diligencia y aseguró que ese celular no le pertenecía a ella, sino a su hija, y que esta, a su vez, se la regaló a su empleada.
La versión es poco creíble porque, cuando Sada fue detenida en el aeropuerto, estaba sola. Acababa de llegar al Perú. No estuvieron con ella ni su hija ni su empleada.
Más parecía una maniobra legal para no cooperar con la intervención del equipo móvil. Esa diligencia se frustró y está pendiente de resolverse.
Este diario buscó corroborar el incidente con el abogado de Goray, Francisco Álvarez. El letrado solo respondió: “Pregúntale a César Nakazaki y dile que me llame”.
Nakazaki es defensa legal de Pilar Tijero, otra investigada en el caso, examiga de Goray y prima del periodista Mauricio Fernandini. Su abogado no quiso declarar para este reportaje.
Pero hay otro celular en esta historia que sí se logró abrir. El día que detuvieron a Sada, ella tenía en su poder dos teléfonos. El misterioso teléfono en mención, un iPhone 13 Pro Max color blanco y un USB marca Kingston color negro y azul.
El iPhone y la memoria sí lograron ser deslacrados hace muchos meses, pero su contenido no fue conocido hasta hoy: fotos, conversaciones con periodistas, chats, cuentas bancarias, lista de pagos y nombres de varios personajes claves en esta trama de corrupción, uno de ellos falleció hace pocos días en circunstancias poco conocidas.
Segunda muerte en el caso
Martín Montoya Marcilla, testigo clave del caso Sada Goray, murió en la madrugada del pasado 16 de junio en Lima, con apenas 33 años. Los motivos de su deceso no se han informado. Todo lo que se sabe es a partir de una publicación en el Facebook de su padre, donde se confirma la noticia.
