Los rebeldes islamistas tomaron Alepo y se hacen fuertes en el norte de Siria, lo que pone en riesgo la libertad de culto del país, casi único en el país.
Redacción mdzol.com
A diferencia de muchos de los estados de Medio Oriente, Siria no es un estado confesional, sino que es un estado laico que permite la libertad religiosa. Esta condición es innegociable para la actual administración, pero los rebeldes proponen algo distinto: islamismo al máximo. Esto ya hizo tambalear al Gobierno de Bashar al-Assad en el pasado durante la «Primavera Árabe», movimiento que logró repeler en el norte del país, como así también a los del Estado Islámico, que también se enfrentaron con los rebeldes.
En cuanto a los cristianos, la ocupación de Alepo por los musulmanes no es arbitraria. La región norte de Siria e Irak tiene la mayor población cristiana, en sus distintas confesiones, en la región, siendo Alepo, en Siria, y Mosul, en Irak, las de mayor concentración. Esto convirtió a la zona en un objetivo clave de los fanáticos musulmanes, ya que consideran al cristianismo como el gran enemigo del Islam.
Ante esto, desde Roma miran con preocupación lo que pueda ocurrir con los rebeldes en Siria, de quienes se han conocido que tuvieron apoyo de al-Qaeda en el pasado y otros grupos terroristas musulmanes. Aunque este país se encuentra bajo una típica dictadura árabe, tiene la particularidad de sostener la libertad religiosa, en parte por sus vínculos históricos con Rusia y los misioneros sirios que sentaron las bases cristianas en el gigante euroasiático siglos atrás.
Esto, luego de la guerra civil libanesa y sin contar a Israel, hace que Siria sea realmente el único país sin persecución de los cristianos en la región. Tal es así que las expulsiones en los distintos territorios hicieron que, si se habla solo de la rama católica, allí habitan 25.000 cristianos, quien hoy están bajo la atenta mirada de Roma, sede de la Iglesia, quien aclara que todavía no se denunciaron ataques a las iglesias ni a las comunidades cristianas en particular.
Mientras tanto, sí se conoció que los rebeldes islamistas decretaron el toque de queda en la ciudad de Alepo, pero el clero resiste y se niega a abandonar el lugar. Hoy, según Rome Reports, las iglesias permanecieron abiertas a pesar del ataque musulmán a una escuela franciscana durante este domingo, en el cual no se tuvo que lamentar ninguna muerte, afortunadamente.